ARGUMENTO DE LA VERBENA DE LA PALOMA

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Organillo y chulapos El título original: “La verbena de la Paloma o el Boticario y las Chulapas y Celos mal reprimidos”, resume toda la obra en tres partes.
La acción transcurre en uno de los barrios más típicos de Madrid, cerca de la calle de Toledo, en la noche del 14 de agosto durante la celebración de dicha verbena. El argumento se centra en el pequeño drama de amor entre el honrado cajista, Julián, y la chulapa Susana. Esta y su hermana Casta, que viven con la tía Antonia, una vieja un poco celestina, coquetean con el boticario Don Hilarión, un viejo verde que se hace ilusiones, sin darse cuenta de que las dos jóvenes solo quieren jugar con él para divertirse. Este juego causa los celos de Julián, siempre atendido por la maternal y consejera “Seña” Rita. Tras algunas peripecias en la verbena, el viejo queda burlado y triunfa el amor de Julián y Susana. El Madrid castizo de la época queda retratado en escenas maestras, en la que aparecen tipos inolvidables: el tabernero, los guardias, el sereno, chulapas y chulapos que ponen contrapunto a la acción principal.
Muchos números destacan en la obra cumbre del género chico:
El primer número, entre don Hilarión, el viejo boticario y su amigo Don Sebastián en su conversación en torno al avance de la ciencia: “Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad…”.
La triste escena de Julián: “También la gente de pueblo tiene su corazoncito, y lagrimas en los ojos, y celos mal reprimidos…”, el clima dramático de la obra llega a su cénit en el segundo cuadro con la célebre habanera “¿Dónde vas con mantón de Manila?”.


Una de las escenas más famosas: “Una morena y una rubia, hijas del pueblo de Madrid…” en la cual don Hilarión duda sobre cual de las dos hermanas le gusta más.

Como anédota hay que reseñar que la obra esta inspirada en un hecho que ocurrió realmente, con el cajista de imprenta que acudía por las noches a casa de Ricardo de la Vega. Los personajes principales son reales, la trama se sitúa en los alrededores de “La Fuentecilla”, donde al parecer había un boticario, verdaderamente famoso por sus amoríos, en una edad avanzada. El resto de personajes salen de la realidad popular, que también conocía Ricardo de la Vega.